Solo puedes llevar a otros hasta donde tú mism@ has llegado

Quizá nunca hayas hecho la cuenta pero solo el 5% del tiempo invertido en tu formación como psicólog@ ha sido en prácticas reales.

Y, un 0% en el trabajo personal.

No es lo mismo hablar de lo que sabes a nivel teórico que de lo que sabes por haberlo experimentado.

¿Por qué no aplicar en ti mismo todo lo que ya sabes?

¿Por qué no aunar tu historia personal y tu formación académica?

Te ofrezco una mentoría diseñada especialmente para compensar parte* de las carencias prácticas en la formación en psicología.

*la otra parte de la carencia serían las horas de práctica real sin riesgo de mala praxis

Sé tú tu principal caso de éxito

Practica integrando en ti todo lo aprendido

Sientes que te asusta, bloquea o desborda emocionalmente la historia de un paciente,

empieza primero por trabajar tu dolor, tu miedo y tus bloqueos.

Pongo a tu servicio todo lo aprendido en mis 25 años de rodaje como psicóloga clínica para potenciar tu desarrollo humano y profesional.

¿Cómo es una mentoría conmigo?

En una entrevista inicial se identifican los puntos prioritarios a trabajar y se acuerda el objetivo a conseguir en función tanto de la historia personal como del análisis de las dificultades encontradas en la práctica clínica

El número de sesiones totales de un proceso de mentoría es de 6 sesiones quincenales. Durante este tiempo la supervisión del trabajo personal es continua.

El trabajo a realizar en ti aplicando todo lo que sabes pasa por todos estos puntos:

Redefinir tu proceso de identidad

para sentir, además de saber, cómo acompañar a tu paciente en la búsqueda del YO

Entrenar el estar presente

para conseguir la total adhesión del paciente al tratamiento.

Trabajar tu historia y vínculos familiares

para encontrar el origen de patrones o situaciones repetitivas que además te sirva como guía para tu paciente.

Estimular el proceso de autoconocimiento, compasión y autoestima

para facilitar la apertura y confianza del paciente en ti.

Minimizar el riesgo de obstáculos

en la evolución psicoterapéutica de tus pacientes a través de la identificación de tus propias resistencias y proyecciones.

Trabajar con tu niño interior

para sanar heridas emocionales, romper con los mandatos y liberar creencias limitantes de manera que el proceso de guiar a tu paciente en esta línea sea profundo y sin riesgos.

Desbloquear las respuestas repetitivas

de parálisis que además de liberarte te sirvan de aprendizaje para comprender cómo ayudar a tu paciente enfocándote en el trauma.

Interiorizar hábitos de autocuidado

para lograr tener equilibrio emocional y un estado de ánimo equilibrado como ejemplo real y exitoso de lo que puedes enseñarle a conseguir a tu paciente.

Si a pesar de todas las formaciones con las que cuentas todavía:

sientes dudas a la hora de manejar un imprevisto

te preocupa si el paciente volverá

te angustia el saber si realmente has ayudado a tu paciente

Deja de llevarte el paciente (su historia) a casa y da paso a tu nueva etapa profesional

Beneficios para TU CONSULTA tras la mentoría:

Aumentar la adhesión al tratamiento

por parte de tus pacientes a través de transmitir confianza y seguridad desde el haber vivido tu propio proceso.

Ganar más dinero

al poder subir el precio de tus sesiones y el éxito de tus tratamientos.

Tener la agenda llena

solo por las recomendaciones de pacientes satisfechos.

Disminuir los costes económicos

propios de la falta de dirección en la elección de la formación que realmente necesitas para un buen ejercicio profesional.

Reducir los gastos personales

en supervisiones “a la desesperada” para calmar tus dudas y sin seguir criterio alguno de crecimiento profesional.

Saber invertir en recursos realmente necesarios

no solo como repertorio de apoyo a las sesiones en las que no sabes qué hacer.

Beneficios para TI COMO PSICOTERAPEUTA tras la mentoría:

Una conexión más profunda y genuina con el paciente

al hablar desde lo que sabes por experiencia no solo de la teoría.

Transmitir calma y sabiduría

en base a lo vivido en primera persona que te capacitará para saber manejar los imprevistos en tu consulta.

Sentirte al frente de tu consulta desde tu propio estilo terapéutico,

libre de la rigidez de los métodos y protocolos genéricos.

Liderar tu propia vida

aunando todo lo aprendido en tu vida y en tu formación académica.

Aumentar tu nivel de conciencia

para seguir indagando en tu propio proceso de conocimiento para ti y, como guía o modelo para tus pacientes.

Disfrutar de tu vida desde la realización personal y profesional,

algo que perseguías cuando elegiste estudiar Psicología.

Si antes, durante o después de “pasar el mal trago” en una sesión difícil continuas:

Apoyándote en herramientas o protocolos genéricos totalmente despersonalizados y rígidos.

Haciendo formaciones en busca de saber abordar cada una de las dificultades que encuentras en consulta.

Perdiendo dinero porque derivas casos o pagas supervisiones continuas más por desesperación que por aprender, compartir o enriquecerte.

Reserva ya una entrevista conmigo y experimenta en ti todo lo aprendido

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